El Grupo de Trabajo en Medicina Rural de la semFYC acaba de hacer pública la Declaración de Ávila para defender el papel fundamental de la Medicina de Familia Rural para garantizar la igualdad entre todos y todas los ciudadanos y las ciudadanas. Consulta la Declaración de Ávila completa siguiendo este enlace.
Hoy en día, la población rural en España se sitúa en torno al 20% del total del censo, aunque cubre hasta el 90% del territorio. Esta característica hace que la atención a la población que reside en este medio tenga un conjunto de características especiales, con un perfil profesional propio de médico de familia y de la práctica médica que asume el reto de prestar “una atención accesible y de calidad con independencia de la localización geográfica”, en palabras del coordinador del Grupo de Trabajo de Medicina Rural de la semFYC, Miguel Ángel María Tablado. Este fin de semana se han celebrado en Ávila las primeras Jornadas de Medicina Rural de la semFYC, de las que ha salido una declaración de intenciones encaminada a que se reconozca al médico de familia rural como “figura imprescindible del Sistema Nacional de Salud”.
El gran peso de la atención domiciliaria, la peligrosidad, la penosidad, la extensión de la jornada o la dispersión geográfica de las visitas, son los principales escollos a los que hace frente el médico de familia rural en su día a día. Frente a esta situación, “el recambio actual y futuro de profesionales de Atención Primaria Rural”, es uno de los principales retos para los profesionales especializados en la medicina rural, por lo que se reclama que el Sistema Nacional de Salud reconozca esta figura.
Reconocimiento en la gestión y la formación
El Grupo de Trabajo en Medicina Rural de la semFYC reconoce que dicho reconocimiento de la Medicina Rural pasa necesariamente por cubrir “las carencias o necesidades formativas” que existen en este ámbito. Por este motivo se apuesta por “una formación de pregrado y de postgrado de Medicina y Especialidades Biosanitarias”, además de por “mantener y afianzar la ‘rotación rural’ obligatoria en el programa de formación de las Unidades Docentes Multiprofesionales de Familia y Comunitaria”, además de “fomentar el aumento de los centros de salud rural acreditados”.
Asimismo, y en el ámbito de la gestión sanitaria, los médicos rurales también reclaman que, por parte de la Administración, se tenga en cuenta a los profesionales médicos que ejercen en este medio para “ser parte activa en el asesoramiento local y regional en materia de la gestión administrativa de los servicios sanitarios”, de modo que puedan ser “una referencia en la planificación de la asistencia sanitaria de las zonas rurales”.
El documento final que se ha consensuado en el transcurso de dicha reunión, defiende que se reconozca a los médicos rurales como “representantes de una medicina transversal que se reconozcan, sin olvidar la prevención y promoción de la salud, también como un motor en la formación de los propios y futuros profesionales”.