Las dudas acerca de la eficacia de la vacunación están aumentando a nivel mundial, especialmente en aquellos países que disponen de un sistema de vacunación obligatoria. Esta situación tiene una especial intensidad en Europa. Por esa razón, el Grupo de Trabajo en Bioética de la semFYC, tras haber analizado el estado de la cuestión en España, ha concluido que la causa de la duda vacunal es precisamente su obligatoriedad.
El consenso al que han llegado los miembros del GdT en Bioética se sostiene en el argumento de que en España la población escéptica respecto a la seguridad de las vacunas es inferior a la media europea. Concretamente, el porcentaje de población que considera que las vacunas no son seguras se sitúa en nuestro país cerca del 9%, mientras que en Europa es de un 17%. Asimismo, un 7,11% de españoles dudan de la efectividad de las vacunas, mientras que la media europea es del 11,3%. De este modo, los niveles de desconfianza de la población española en su conjunto quedan muy lejos de los de otros países, como en el caso del país vecino, Francia, donde hasta un 40,97% de ciudadanos reconocen no sentirse seguros con la vacunación. Aun así, hay que señalar que la realidad francesa es muy distinta a la española, puesto que en el país galo el calendario de vacunación es más coercitivo. El GdT en Bioética de la semFYC señala la relación que existe precisamente entre esa imposición y las elevadas ratios de rechazo. Estos datos han sido recogido en el reciente estudio internacional impulsado por The Vaccine Confidence (un programa que cuenta con la colaboración de la OMS y UNICEF).
Entender la relación vacuna-escéptico: El papel del médico de familia
El Coordinador del GdT en Bioética de la semFYC, Abel Novoa, señala que para enfrentarse a una cierta desacreditación social de las vacunas el primer paso es entender el fenómeno vacuna-escéptico. En ese sentido, Novoa explica que “la creciente cientificación de la sociedad; las estrategias de empoderamiento en salud de los ciudadanos y ciudadanas; las evidencias reveladas sobre la influencia de los intereses comerciales en el conocimiento biomédico; o los daños producidos por la progresiva medicalización de la vida”, son algunos de los elementos que han provocado cierta desconfianza en el sistema.
Para revertir esta desconfianza, el GdT en Bioética propone como solución que el médico de familia explore la duda vacunal de una forma sistemática y aportando argumentos en términos razonables y respetuosos, tanto en la consulta como en su tarea comunitaria. De esta forma se fortalecería la confianza y esto ayudaría a que las instituciones profesionales y administraciones también fueran más transparentes a la hora de practicar un “gobierno del conocimiento biomédico con más transparencia y mejor rendición de cuentas de todos los agentes implicados”.
Además, el Coordinador del GdT en Bioética también señala que en una sociedad cada vez mejor informada y con un conocimiento científico previsiblemente estará más sujeto a la provisionalidad y a la actualización, las dudas acerca de las vacunas van a seguir aumentando, “razón por la cual hay que enfrentarse a la problemática sin buscar atajos”.
La posición de la semFYC
La semFYC desde hace años emite informes sobre vacunaciones en España a través de su Programa de Acciones Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) y siempre ha explicado tanto la importancia de disponer de la vacuna adecuada como de un calendario vacunal eficaz y común en todos los territorios del Estado Español. Asimismo, la semFYC mantiene su posicionamiento al estimar que las vacunas que hayan mostrado su efectividad deberían implementarse a través de la recomendación de forma simultánea y homogénea. En esta misma línea, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, sigue resaltando que sería conveniente que la política de vacunas común tuviese efecto en todos los colectivos.