La gripe es la epidemia estacional invernal anual que más pacientes lleva a las consultas de los médicos de familia, puesto que del 5 al 20% de la población puede enfermar en una epidemia invernal normal, sin embargo, en casos de pandemia —algo que sucede cada 20 o 30 años, cuando se produce un cambio genético mayor en el virus—, la gripe puede afectar hasta al 50% de la población. Aunque la gripe es una enfermedad común, la semFYC apoya la indicación de la vacuna antigripal entre las personas mayores de 60 años; personas de cualquier edad que presenten una condición clínica con alto riesgo de complicaciones como son los pacientes crónicos y las mujeres gestantes; y entre aquellas que pueden transmitir la gripe a individuos con alto riesgo (sanitarios, cuidadores o a los trabajadores en servicios públicos esenciales), pues “son estos colectivos sobre los que hay un mayor riesgo de complicaciones o los que pueden contagiarla a colectivos más sensibles”, explica Josep María Cots, coordinador del Grupo de Infecciosas de la semFYC. Con el objetivo de concienciar a toda la población y difundir entre los profesionales sanitarios la información asistencial básica sobre vacunación, la semFYC ha creado un documento que explica las principales dudas sobre la gripe y su vacunación.
Aunque para buena parte de la población la gripe epidémica suele tener un curso leve, y la infección natural confiere protección duradera, “hasta de décadas”, el Grupo de Trabajo en prevención de las enfermedades Infecciosas de la semFYC llama la atención sobre el hecho de que “padecen la gripe un mayor número los niños menores de 1 año y las personas ancianas o con enfermedades crónicas”. Es algo que preocupa a todos los médicos de familia ante la epidemia estacional de gripe de cada año dado que “sabemos que coincidiendo con la circulación del virus, existe un aumento de mortalidad por todas las causas en personas ancianas, un aumento de descompensaciones de las enfermedades crónicas y un incremento de las tasas de consulta y hospitalización”, apunta Josep María Cots, coordinador del Grupo de Infecciosas de la semFYC.
Por estas circunstancias, la semFYC recuerda que “la medida más eficaz para prevenir la gripe es la vacunación. El objetivo principal de las campañas de vacunación es proteger a los grupos de riesgo en los cuales la enfermedad es potencialmente grave por sus complicaciones”.
El documento desarrollado por el Grupo de Trabajo en prevención de las enfermedades Infecciosas de la semFYC recopila información sobre qué es la gripe, cómo funciona su vacuna o cuál es el mejor momento para administrarla, así como una descripción de los principales perfiles de riesgo.
Hacer pedagogía sobre la vacunación
La semFYC destaca la importancia de hacer pedagogía al respecto de la importancia de vacunarse cada año dado que “el virus tiende a cambiar continuamente, y así evita la inmunidad adquirida por el huésped; por ello la gripe es una enfermedad no erradicable y hay que fabricar una vacuna distinta anualmente”, explica Cots.
Para el Grupo de Trabajo en prevención de las enfermedades Infecciosas de la semFYC, una de las preocupaciones es el auge de “las dudas sobre la conveniencia de las vacunas o sobre su efecto beneficioso en la salud de la población” que aparecen favorecidas por “las falsas creencias que son aprovechadas sin ninguna base científica por los movimientos antivacunas”. En este sentido, “la recomendación de los profesionales sanitarios es clave para que las vacunas sean aceptadas por la población: es necesario reforzar la formación sobre vacunas a los profesionales para implementar las recomendaciones”, señala Cots.
Recomendaciones básicas
Además de la importancia de hacer pedagogía sobre la importancia de vacunarse de la gripe, el Grupo de Trabajo en prevención de las enfermedades Infecciosas del PAPPS-semFYC recuerda las principales recomendaciones para evitar padecer o transmitir la gripe:
1. Lávate las manos con frecuencia con jabón o soluciones desinfectantes.
2. Tápate la boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo.
3. Evita el contacto directo con un enfermo, y compartir sus utensilios.
4. Ventila las estancias, y limpia con más frecuencia las superficies de objetos en donde hayan podido quedar secreciones contaminadas (pomos de puertas, barandillas, etc.)
5. Mantén una alimentación variada y realiza ejercicio físico frecuente o diario, por su relación con un mejor estado de salud e inmunidad.
La gripe está producida por un virus del tipo ARN. Se transmite vía aérea por los aerosoles o gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar, o por contacto con las mucosas en superficies contaminadas, al compartir utensilios de comida por ejemplo. Puede contagiar desde 1 día antes hasta más de 1 semana tras el inicio de los síntomas, siendo el periodo de incubación de 1 a 4 días.
Descarga aquí el documento elaborado por la semFYC